Feminismo, cambio social y empoderamiento de la mujer.
Sara Parra Ferreras
El día internacional de la mujer se celebra cada año el día 8 de marzo desde 1975, año en el que fue conmemorado por primera vez por Naciones Unidas.
Ha sido necesario un gran esfuerzo del movimiento feminista, que han luchado por los derechos de las mujeres y su reconocimiento.
En la actualidad, la lucha continúa y el feminismo ha conseguido hacerse oír entre las sociedades del mundo.
Los antecedentes que desembocaron en el cambio social que permitió la oficialización de este día, abarcan un amplio periodo histórico, desde finales del siglo XVIII, con la Revolución Francesa (1789), en la que se llevó a cabo la Declaración de los Derechos Universales de Igualdad y Libertad, y la Ilustración, como el precedente que marcó el inicio de la lucha feminista; hasta el siglo XX con la Revolución Rusa de 1917, las manifestaciones por el sufragio femenino, o el Movimiento de Liberación de la Mujer.
En la última década se ha debatido intensamente en el panorama social acerca del significado del feminismo, de lo que implica, y a quién implica.
Como base para comprenderlo, debemos tener en cuenta términos como "patriarcado", "roles de género", "androcentrismo", "empoderamiento", o "brecha de género", entre otros.
Definiendo al feminismo de forma general, puede decirse que es el movimiento social que defiende la igualdad entre hombres y mujeres, dentro de una sociedad en la que predomina el poder de los hombres.
Es importante entender que el feminismo como tal no se traduce en una lucha contra los hombres, si no contra el orden patriarcal en el que las mujeres tienen menos derechos que los hombres.
Esta lucha también trata de acabar con los roles de género impuestos en la sociedad, esos mismos que históricamente han posicionado a la mujer como madre, esposa, y ama de casa, desvinculándola de su propia esencia de mujer, y de ser humano con sueños y objetivos propios, alejados de los roles impuestos.
Este movimiento ha alcanzado diversas esferas sociales, consiguiendo adentrarse en los sectores laborales, políticos y académicos. Actualmente, son muchas las universidades que cuentan con asociaciones feministas, y entre ellas, se sitúa también la Universidad Complutense de Madrid.
En la Facultad de Ciencias de la Información pueden encontrarse dos asociaciones de esta naturaleza, Scila, y Olympias.
Para la elaboración de este artículo se ha contado con la colaboración de la Asociación Scila, que ha querido compartir su experiencia y visión de la situación del feminismo en el ámbito académico de la Universidad Complutense de Madrid a través de la siguiente entrevista.
¿Cómo surge la idea de fundar esta asociación?
Al llegar a la universidad decidimos buscar una asociación feminista, encontramos Olympias, pero en ese momento estaba inactiva porque varias compañeras estaban de Erasmus y decidimos crear un colectivo feminista legal, ya que hasta el momento no había una asociación feminista legal.
Nos parecía imprescindible que en una facultad de comunicación hubiera una asociación de representación feminista.
¿La facultad os dio facilidades para crear la asociación?
Tuvimos que enfrentarnos a mucho papeleo y burocracia, además de conseguir firmas para que se aprobara la asociación.
No tuvimos una ayuda como tal por parte de la Universidad para mover todo eso.
Dentro de la Universidad Complutense de Madrid hay muchas asociaciones, sin embargo, la mayoría no han conseguido alcanzar vuestra repercusión, ¿De qué forma habéis llevado a cabo vuestra estrategia comunicativa?
En un primer momento fue propaganda a la antigua, pasa clases, redes sociales, un grupo de WhatsApp, etc.
Hicimos una asamblea de bienvenida en la sala Azul que tuvo muy buena acogida, vinieron entre cuarenta y cincuenta personas.
Actualmente tenemos difusión a través de redes sociales, y en el grupo de What's App estamos unas setenta personas.
¿Qué tipo de actividades realizáis desde la asociación?
Hemos hecho un poco de todo, debates, coloquios, presentaciones de películas performance como los últimos vistos en el metro de ciudad Universitaria.
¿Qué personas forman parte de la asociación?
La asociación es no mixta, y dentro de ella hay personas de muchas facultades, tanto de grado como de máster.
¿Cuáles son los objetivos principales que persigue Scila?
El objetivo principal es crear un espacio seguro para las mujeres, feminista.
Además, que contribuya a que el movimiento político que se dio en la Universidad Complutense no muera.
Bajo vuestra experiencia, ¿Consideráis que en la Universidad Complutense se siguen dando muestras de machismo?
Continuamente, desde altos cargos burocráticos de la Universidad, a profesores y alumnos.
Actualmente nos llegan cientos de casos de alumnas que son acosadas, y que se ven obligadas a permanecer en un ambiente hostil donde son ellas las que tienen que abandonar el lugar si son acosadas, no los propios acosadores.
¿La universidad ha implementado las medidas de seguridad en cuanto a esas muestras de machismo?
Aquí entramos en una contradicción porque es una institución pública, en la cual los profesores son funcionarios públicos, entonces cuando el acoso viene de ellos, es muy complicado destituirlos porque los trámites burocráticos son muy duros y poco eficientes. Por eso pensamos que el problema no es solo de la universidad, si no que viene de las propias leyes actuales.
¿Qué papel tiene la Unidad de Igualdad de la Universidad Complutense de Madrid? ¿Qué relación tenéis con ella?
La Unidad de Igualdad se encarga de hacer y mover los protocolos y enclaves necesarios para facilitar los trámites en caso de acoso, pero es importante recalcar que están sujetos al marco legal.
La Unidad de Igualdad ahora mismo está intentando acabar con el problema de que sean las mujeres acosadas las que se vean obligadas a cambiar de profesor o de clase si son acosadas, por ejemplo.
Nosotras, desde la asociación estamos en contacto con los estudiantes, y de esa forma podemos transmitirle los problemas existentes a la Unidad de Igualdad.
El problema, en definitiva, sigue siendo el mismo, la sociedad está bajo un sistema patriarcal, pero la relación que tenemos con la Unidad es genial, muy activa, y desde ambas luchamos por la inclusión social y feminista.
Las oleadas feministas han cambiado el curso de la historia, pero todavía tenemos mucha lucha por delante para poder conseguir la plena igualdad entre hombres y mujeres, el fin del patriarcado, y de los roles de género impuestos. De esta forma, se torna de vital importancia la existencia de asociaciones y espacios en los que las mujeres puedan sentirse seguras y apoyadas, a través de la sororidad conseguida en la Cuarta Ola Feminista en la que nos encontramos.
Las redes sociales también están teniendo una relación directa con el movimiento feminista, desencadenando otros movimientos como el #MeToo, que contribuyen a la movilización de la sociedad en el reconocimiento de los derechos de las mujeres.
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