Guillermo A. Pérez González / Redactor
Ciudad Real, 2000. Periodista. Con tan solo 22 primaveras y tras 4 años cursando periodismo en la Universidad Complutense de Madrid, María Peinado Lafuente se ha convertido en una reconocida periodista del gremio al conseguir entrevistar a más de 100 personalidades reconocidas en todo el mundo con su sección: “22 minutos con ...”.
PREGUNTA: ¿Siempre tuvo claro que se quería dedicar al mundo del periodismo?
RESPUESTA: Si, a los 11 fue la primera vez que le dije a mis padres que quería ser periodista, lo peor es que mis padres se lo tomaron a broma y creían que era un “venazo” de niña pequeña, y mira ahora. Siempre he sido muy tímida y nadie me veía capaz, ni yo misma para que engañarnos. Pero poco a poco fui perdiendo la timidez y ahora mismo me veo capaz de todo. Lo que nunca me había imaginado era lo de estar delante de una cámara porque me gusta mucho más la radio, pero a raíz de las entrevistas me he dado cuenta de que no importa el medio desde donde se trabaja, sino lo que transmites.
P: ¿Cómo surge la idea de las entrevistas: “22 minutos con...”? R: 22 es mi número favorito y me pareció buena idea que las entrevistas durasen 22 minutos, para que no se hicieran muy pesadas de ver. Aunque casi nunca consigo que sean solo 22 minutos, ya que tengo siempre demasiadas preguntas que hacer.
P: ¿Cuál es su modus operandi para conseguir entrevistas? R: Creo que hoy en día casi cualquier joven está al día de las novedades por redes sociales, por lo que al final es dedicar el mismo tiempo que dedicaría una persona normal a ver cosas por internet, pero con la mentalidad de que cualquier cosa que me llame la atención puede ser una posible entrevista. Y a partir de ahí, cuando alguien me parece interesante y creo que puede salir una buena entrevista, me pongo en contacto con los managers o con la persona en cuestión a través del e-mail o mensajes privados de Instagram. En estos últimos meses en los que tengo menos tiempo debido a la universidad, he podido seguir con el proyecto gracias a las propuestas de entrevistas que me llegan al e-mail, aunque cuando me llega una de estas propuestas me siento como si fuera el jurado juzgando si la persona es lo suficientemente buena para ser entrevistada o no, yo por mí los entrevistaba a todos [risas], pero por falta de tiempo muchas veces también te toca a ti decir que no.
P: ¿Es lo normal que le digan que Sí a las entrevistas? R: Digamos que es más fácil que te digan que sí cuando las entrevistas son para una revista que cuando son para tu propia cuenta. En mi caso me cuesta el doble de esfuerzo conseguir entrevistas cuando son para mí, pero, en cambio, sí son para algún medio, te las aceptan casi sin pensarlo. Por eso, hay veces que tiró de contactos, tener seguidores en común ayuda bastante o haber realizado previamente entrevistas a gente cercana a la persona que quieres entrevistar también ayuda. Pero lo normal suele ser que te digan que no, de unos treinta correos si tienes suerte a lo mejor uno o dos te dicen que sí.
P: ¿Cuál considera que es su mejor entrevista? R: No sabría decirte. Soy muy exigente conmigo misma, a veces pienso que una entrevista me ha salido fatal, y me llegan varios mensajes de personas que no conozco de nada, diciendo que les ha encantado una entrevista, me pongo a verla un rato y digo “oye, pues a lo mejor es verdad que no está tan mal”. Cada dos por tres recibo mensajes de personas que se ven todas mis entrevistas, he conocido a un montón de gente, a una niña andaluza que quiere ser periodista, a una chica de Guatemala que me cuenta de vez en cuando las costumbres de su país. Me quedo sin duda con lo que disfrutó haciendo cada entrevista, y lo que ha supuesto llevar a cabo este proyecto. Pero sin duda, entrevista que más me impactó en cuanto al número de gente que se conectó y que no creo que nunca me olvidé de los datos, fue una que hice para Why Not a la actriz Irene Ferreiro, en el directo se conectaron 1.000 personas que nos acompañaron durante toda la entrevista y en menos de 24 horas llegamos a las 10.000 reproducciones, ¡fue una locura!
P: ¿Y la peor? R: Esta respuesta sí la tengo clara. La peor fue una entrevista a Nacho Mangut, concursante de Pasapalabra. Era la segunda vez que lo entrevistaba y había 400 personas conectadas a la vez en directo. Llevaba meses hablando con él y nos llevamos bastante bien por lo que le había preparado para esta vez una entrevista bastante distinta. Pero no salió como esperaba, por lo menos aprendí que es bastante más difícil entrevistar a alguien cuando ya lo conoces, o al menos para mí.
P: ¿Quién ha sido la persona que más ilusión le ha hecho entrevistar? R: Todas las entrevistas me hacen bastante ilusión, al final poder entrevistar a gente que admiras en una gran suerte. Pero, si tengo que elegir, creo que me quedo con la de Blue Jeans, uno de mis escritores favoritos durante la adolescencia y con Frank Blanco.
P: ¿Alguna vez alguno de sus entrevistados le ha prohibido ciertos temas para no mencionarlos en las entrevistas? R: No, nunca, quien acepta ser entrevistado se tiene que atener a las consecuencias [risas], es broma. No sé, no busco el morbo ni la polémica, solo que los entrevistados pasen un rato divertido. Alguna vez antes de aceptar la entrevista sí que me han preguntado sobre qué temas les iba a preguntar, pero solo eso.
P: Una persona que le gustaría entrevistar R: Esto va a sonar muy friki, pero hace unas semanas me hice una lista de las personas que me encantaría entrevistar y hay demasiadas personas en esa lista, espero llegar a tachar alguna [risas]. Ahora mismo la primera persona que se viene a la cabeza es Ricky Rubio, así que bueno por pedir.
P: ¿Cómo lleva estudiar/trabajar a distancia, en su caso, desde Ciudad Real? R: Creo que como a la mayoría no me gusta el hecho de haber tenido que abandonar casi por completo lo que conlleva la vida universitaria, pero se valora mucho más lo que antes teníamos y no sabíamos apreciar. ¿Quién nos iba a decir que echaríamos de menos ir a clase? Pero al final es lo que toca y volveremos a la normalidad pronto, espero.
P: ¿Qué quiere que le depare el futuro profesionalmente hablando? R: Poder vivir de esta profesión, aunque me parece muy complicado encontrar tu sitio en el mundo del periodismo, pero al fin y al cabo nada es imposible.
P: Y ya para finalizar, sí volviera al día en el que le dieron las notas de selectividad, sabiendo como le ha ido en el mundo del periodismo, ¿tomaría el mismo camino? R: Bueno, aún me queda mucho por recorrer, pero sin duda tomaría el mismo camino, independientemente de lo que vaya ocurriendo en el futuro. En mi cabeza no había otra opción que no fuera esta, y aunque como ya he dicho, me parece un mundillo muy complicado, pero merece la pena apostar por lo que te apasiona, “ya dormiré cuando me muera”, como lema de vida.
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