Espejo Unidireccional: La Comunicación Peligrosa en la Era Digital

Autor: Zhang Ao

Fuente: Unsplash

Cuando trabajaba para una empresa de telecomunicación china sancionada por EE.UU., alguien me preguntó: ¿Puede Huawei realmente acceder a mi privacidad personal? Respondí, como es habitual en el departamento de RRPP de la empresa, que por supuesto que no.

Pero la segunda parte de mi respuesta tácita era que, afortunadamente, Huawei no podía, y desgraciadamente era la única que no podía.

La cuestión se plantea cuando estamos en cualquier país del mundo, utilizando un celular Apple, enchufando a un NanoChip de Vodafone, utilizando el gratis Wi-Fi proporcionado la cafetería y viendo un vídeo de un perrito en Tik Tok. ¿Quién más que tú podría saber que estás viendo este vídeo?

La respuesta obvia es que todo el mundo mencionado lo sabe, sólo para fingir que no lo saben o para convencerte de que no lo saben.

Incluso sin mencionar los horribles programas de Skynet como el Prismgate de Snowden. Si nos limitamos a hablar de escenarios ordinarios, veremos que los ojos de terceros están en todas partes. Y es que, aunque la comunicación en la era digital parece extraordinariamente fácil, es más compleja que en cualquier otra época. Cuanto más complejo sea el bucle de comunicación , más frágil será.

Por ejemplo, cualquier cosa que haga en su celular puede ser conocida por el fabricante del celular, aunque la mayoría de las veces de forma anónima y sin intención maliciosa. Al insertar un chip, aunque no la utilices, el celular empezará a enviar y recibir señales automáticamente con una estación base cercana, y si alguna vez has visto una película de James Bond, sabrás lo que esto puede significar.

Una vez que se hace esto en cualquier App, la señal se envía desde el celular a una estación base, desde la que converge a un computador y luego a lo largo de una gran línea troncal hasta el servidor, a veces incluso a través de un cable submarino o un satélite. Cualquier parte de esto que sea hackeada puede conducir a una violación de la información. Lo bueno es que nuestros operadores tienen buenas medidas de seguridad, lo malo es que las propias "medidas de seguridad" son lo suficientemente peligrosas como para que sólo signifiquen seguridad para el operador, no para el usuario. Por no hablar del hecho de que el celular de todo el mundo tiene ahora el GPS activado, tanto si se navega en Google Maps como si no. Me quedo con la página web oficial de Motorola: el GPS está controlado por el gobierno estadounidense mediante satélites y está sujeto a cambios en su política del Departamento de Defensa y en el programa federal de radionavegación.

Luego están las Apps, y la recopilación de información es simplemente lo más fácil para estos cuadraditos en el celular.

Muchas veces charlamos con un amigo en las redes sociales a través del método de entrada de nuestro celular, y unos minutos más tarde lo que hablábamos aparece en un anuncio de Google. O usamos notas de voz por Alexa en casa para decir que queremos comprar nuevos vaqueros negros, pero abrimos Instagram para ver sorprendentemente un montón de fotos que incluyen vaqueros negros. ¿Es una simple coincidencia? ¿O estamos viviendo en un cerebro en un tanque y todo esto es una advertencia para nosotros de nuestros cuerpos moribundos en el mundo real?

En la era de la información, se recoge información sobre cada uno de nosotros en mayor o menor medida. Nuestras preferencias, recuerdos e incluso oscuros secretos de lo indecible se colocan en este lado del espejo de una cara. Pueden ver todo sobre nosotros, pero nosotros a menudo lo ignoramos todo.

Sin embargo, cuando se piensa en ello, ¿quién tiene la culpa? Las operadoras quieren ofrecer el servicio más perfecto, Tik Tok quiere ofrecerte tus contenidos favoritos, los gobiernos quieren mantener la seguridad de sus ciudadanos, los fabricantes de celulares quieren que los uses cada vez más y Google te recomienda de verdad que te compres unos vaqueros con estilo. ¿Qué les pasa? En una nota más profunda, cuando se trata del infame programa Prism, por supuesto el señor presidente debería saber lo que piensan los alemanes, en caso de que quieran construir armas nucleares para destruir el mundo.

Al final nuestra pregunta es, ¿qué frontera debemos elegir entre seguridad y libertad?

¿O acaso tenemos esa opción? Como el famoso antiguo lema de Google: Don't be evil. Si recordamos que el propósito original de la tecnología era añadir comodidad en lugar de problemas, y que nuestro propósito es hacer el bien en lugar del mal, entonces finalmente encontraremos una salida segura para el futuro.